Rob Gordon, en ‘Alta Fidelidad’ decía que realizarlo requería de precisión y dedicación para que cada pieza encaje y fortalezca el todo.
No recuerdo si el personaje interpretado por John Cusack lo dijo así exactamente, pero en aquella escena, audífonos colgando del cuello y con un casette en la mano, el tipo intentó graficar lo que para un fan de la música (amplia y diversa, pero cruzada por el egocéntrico discurso del ‘buen gusto’) puede llegar a representar el simple acto de condensar en algún soporte musical un puñado de canciones.
Temas para una novia, acompañar un largo viaje o para hacer más llevaderas las horas frente a un PC. Los motivos para aglutinar diversos intérpretes, estilos y temáticas sonoras se pueden contar infinitamente, y no hay, creo, otro momento más cercano para sacar fuera al Dj mezclador que más de alguien lleva dentro.
Los avances tecnológicos han favorecido también este proceso artesanal de resumir sonoridades. Si en gran parte de los 80’s y 90’s los compilados se hacían apretando juntas las teclas ‘rec’ y ‘play’ del viejo equipo stereo, cuidando que no se colara la voz del locutor o un aviso comercial de la radio favorita; una década más tarde todo se simplifica arrastrando el tema escogido dentro del playlist del reproductor personal.
Hoy me atrevo a afirmar que muchos circulamos por la vía pública inmersos bajo nuestros audífonos, y tarareando los compendios sonoros que previamente organizamos seleccionando un tema de aquí y de allá. Hace unas semanas mi fugaz compañera de viaje en un bus interprovincial me lo confirmó. Tras girar el tema de conversación hacia la música, le lancé mi clásica interrogante sobre qué llevaba en su reproductor, ante lo cual contestó con un simple: “de todo. Escucho de todo en mi mp3”.
En mi caso particular, la ausencia de radios del tipo Horizonte y Zero del dial regional me obligaron hace ya un buen tiempo a crear un popurrí con diversas canciones presentes en mi PC personal, las cuales trasladé a una carpeta que ilusa e inexplicablemente tildé como “cosas que me gustan”. De esta forma hago un poco más apacible el retorno a casa tras la jornada laboral, sobre todo cuando la radiofonía de la zona se ha encargado de dejarme al margen conforme pasa el tiempo.
Quizás esto de seleccionar, ordenar y apretar play a lo que más nos gusta es una suerte de extrapolación de actos cotidianos de la vida misma, en que todo pasa y gira tan galopante que ya no queda tiempo para dar largas repasadas al ‘todo’. Cuando estás conociendo a alguien que te interesa, o al enfrentar una entrevista de trabajo, debes escoger y sacar fuera lo mejor de ti para agradar y convencer. Es decir, y haciendo una rara analogía, vas y compilas lo mejor de tus rasgos para entregárselo a alguien.
Claro, quedan varios ítems fuera y bajo la sombra de lo desconocido, pero es parte, o la gracia de entregar las mejores compilaciones del ‘yo’. Lo demás (lo malo, lo no atrayente) lo guardamos para más adelante. Lo que importa primero es convencer con lo mejor de lo nuestro. Como aquellas compilaciones que suenan bien y gustan tanto desde el primer al último tema. Convincentes y ‘redonditas’. ‘Lo mejor de lo mejor’.
No recuerdo si el personaje interpretado por John Cusack lo dijo así exactamente, pero en aquella escena, audífonos colgando del cuello y con un casette en la mano, el tipo intentó graficar lo que para un fan de la música (amplia y diversa, pero cruzada por el egocéntrico discurso del ‘buen gusto’) puede llegar a representar el simple acto de condensar en algún soporte musical un puñado de canciones.
Temas para una novia, acompañar un largo viaje o para hacer más llevaderas las horas frente a un PC. Los motivos para aglutinar diversos intérpretes, estilos y temáticas sonoras se pueden contar infinitamente, y no hay, creo, otro momento más cercano para sacar fuera al Dj mezclador que más de alguien lleva dentro.
Los avances tecnológicos han favorecido también este proceso artesanal de resumir sonoridades. Si en gran parte de los 80’s y 90’s los compilados se hacían apretando juntas las teclas ‘rec’ y ‘play’ del viejo equipo stereo, cuidando que no se colara la voz del locutor o un aviso comercial de la radio favorita; una década más tarde todo se simplifica arrastrando el tema escogido dentro del playlist del reproductor personal.
Hoy me atrevo a afirmar que muchos circulamos por la vía pública inmersos bajo nuestros audífonos, y tarareando los compendios sonoros que previamente organizamos seleccionando un tema de aquí y de allá. Hace unas semanas mi fugaz compañera de viaje en un bus interprovincial me lo confirmó. Tras girar el tema de conversación hacia la música, le lancé mi clásica interrogante sobre qué llevaba en su reproductor, ante lo cual contestó con un simple: “de todo. Escucho de todo en mi mp3”.
En mi caso particular, la ausencia de radios del tipo Horizonte y Zero del dial regional me obligaron hace ya un buen tiempo a crear un popurrí con diversas canciones presentes en mi PC personal, las cuales trasladé a una carpeta que ilusa e inexplicablemente tildé como “cosas que me gustan”. De esta forma hago un poco más apacible el retorno a casa tras la jornada laboral, sobre todo cuando la radiofonía de la zona se ha encargado de dejarme al margen conforme pasa el tiempo.
Quizás esto de seleccionar, ordenar y apretar play a lo que más nos gusta es una suerte de extrapolación de actos cotidianos de la vida misma, en que todo pasa y gira tan galopante que ya no queda tiempo para dar largas repasadas al ‘todo’. Cuando estás conociendo a alguien que te interesa, o al enfrentar una entrevista de trabajo, debes escoger y sacar fuera lo mejor de ti para agradar y convencer. Es decir, y haciendo una rara analogía, vas y compilas lo mejor de tus rasgos para entregárselo a alguien.
Claro, quedan varios ítems fuera y bajo la sombra de lo desconocido, pero es parte, o la gracia de entregar las mejores compilaciones del ‘yo’. Lo demás (lo malo, lo no atrayente) lo guardamos para más adelante. Lo que importa primero es convencer con lo mejor de lo nuestro. Como aquellas compilaciones que suenan bien y gustan tanto desde el primer al último tema. Convincentes y ‘redonditas’. ‘Lo mejor de lo mejor’.
Comentarios
La música muestra lo mejor y peor de nosotros mismos, la banda sonora ...
Pero cuando escucho es la fm2 y el canal del corazon. Chica romaaanticaaa!!!
Un beso para ti
Así no más es...
Dar lo mejor de uno, tanto como para objetivos personales... como para el resto de la sociedad.
Creo que uno debe ser como es, aquí y en la quebrada del ají... más que esforzarse e inventar un ser que no es uno... me refiero principalmente a la etapa de "enamoramiento" de las parejas. Pero es inevitable que uno se esfuerce por mostrar siempre el lado bueno... xD
No tengo mp3, lo que sí conservo... es mi personal stereo... y le doy como caja a un cassette de Aerosmith... el "Big ones"... y a veces escucho radio... así me relajo... :D
Ah! y en la pega... escucho last.fm xD
Saludos Pedri!
Y puede que la musica que escuchas te defina, pero no se, yo armos play list todo el tiempo, los voy cambiando pero mas me gusta escuchar los discos completos, etengo hartos y cuando estoy en el pc los disfruto de princio a fin.
En mi mp3 tengo de todo eso si.
Saludos, buen post!
Cuidate
Un Beso
Vivi
Mis audífonos y mp3 son elementos obligatorios en mi bolso: paso lista antes de salir y dicen "presente!" ^^
Y es que esa canción, escuchada en el momento preciso, puede marcar un antes y un después...no lo sabré yo...
[acertado tu comentario =) ]
Cariiños!
Pero así como la variedad de música que tenemos en nuestros equipos, en algún minuto se mostrará nuestra verdad.
Nuestro lado oscuro, que, al igual que las canciones que no queremos decir que guardamos, es aquel que nos humaniza, y, porqué no decirlo, nos grita a nosotros y a los demás que también tenemos defectos, lo que nos humaniza y, al estar conscientes de aquellos, nos enseña el camino para seguir trabajándolos y creciendo como personas.
Muchos cariños.
Francamente creo que la música es una de las cosas que vino a salvar al ser humano. Eso.
Volví al mundo de los blogs Young Supersonic, por fin!
Saludos :)