Un halo en reversa...

"Trae tus cadenas, tus labios de tragedia y cae en mis brazos". Dave Gahan lo canta inspirado, en su etapa pre drogas y viajes que buscaban rozar el más allá. Cuando se entregó en cuerpo y alma al juego de la autodestrucción. Quizás fue una premonición. Quizá esta pieza musical, que navega -como siempre- en ese colchón nuboso de armonías vocales que se llama Martin Gore, se constituía en el amanecer de los 90's como el prólogo sombrío de la evidente caída de otra estrella de rock hacia el más profundo abismo. Dave Gahan cayó, tocó el fondo más pantanoso y se encadenó a disfrutar de su dolor. Pero antes, aún limpio, aún de cara diáfana, puso su voz al servicio de ese tema. Donde a pesar de ser evidente el predominio de la 'modernidad' que brindan teclados y bases programadas, Depeche Mode se oye en imágenes en blanco y negro. Gris y blanco. Noche y día. Al igual que en su video, en colores, pero bajo cierta penumbra retro que seguron aman los devotos de instagram. Todo envuelto en el paquete estético que les fraguó Anton Corbijn. Quizás 'Halo' y el disco 'Violator', fueron la vía con la que el entonces cuarteto quiso despedir su incubadora década de los 80's. Sea bienvenida, su majestad, la nueva realidad. Como un halo en reversa. Como una aureola de cambios.


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