Penetraba
el vasto azul
como
una aguja enferma en la sangre
haciendo
burla al oxígeno
entretejiendo
su misterio
El
vaivén acuoso
revolvía
sus culpas
que
por más hondas,
se
escurrían siempre vivas al cielo
No
escapaba de sombras ni deberes
ni
se ocultaba de vergüenzas pretéritas
Más
bien, un indescriptible y bravo impulso
bombeaba
su actuar, inclinando su norte hacia el fondo
Fondo
sombrío, silente y frío
un
rincón personal,
un
espacio sin final
Un
trozo de agónica humanidad
allí,
en medio del mar
12/05/2012
(Mirador de La Herradura)
17/02/2013
(Playa La Herradura)
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Cariños!